Consejos para contratar la cobertura de responsabilidad civil obligatoria. Beneficios y alcance de una póliza de mala praxis para estudios de arquitectura.
Las actividades de demolición y excavación en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires están sujetas a la cobertura de un seguro obligatorio, según la Disposición Nº 1227/15 de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras.
“Este seguro de Responsabilidad Civil de Demolición y Excavación se emite generalmente con una vigencia de 3 o 4 meses prorrogables. En un primer momento, se debía presentar junto a todos los documentos de la solicitud de permiso de demolición, pero las demoras en el trámite de autorización hicieron que el Gobierno autorice que la póliza se presente al momento de notificarse de la autorización y antes de iniciarse los trabajos”, explica Marcos Botbol, profesor de Análisis de Riesgos y Seguros en la Construcción en FADU y Camarco. Y agrega: “Es una póliza muy completa que promete mantener indemne al asegurado, es decir al propietario, empresa constructora, demoledor, director de obra, ante los reclamos de terceros ante posibles daños materiales y/o lesiones corporales o muerte de terceras personas. Con la condición de Responsabilidad Civil Cruzada, donde cada uno de los asegurados puede ser asistido como si hubiera extendido una póliza por separado”.
Juan Carlos Maleplate, asesor del CPAU, explica que es importante que están consignados en la póliza todos los intervinientes y mantener actualizada la nómina de las empresas a medida que se vayan incorporando a la obra. Y que, normalmente, el que toma la póliza es el empresario desarrollador o el fideicomiso, ya que en Argentina el tomador debe ser uno solo, que aparecerá como titular y donde el resto de los actores de la obra surgirán como “otros asegurados”.
En forma accesoria el GCBA obliga a incluir 13 cláusulas; para Maleplate la más importante es la de “Filtraciones, rajaduras en medianeras o muros divisorios, desprendimiento de revoques y taponamiento o rotura de desagües”, porque esos daños no están cubiertos en una póliza estándar.
Actualmente, la suma asegurada requerida es de 27,9 millones de pesos, y se actualiza en enero y julio de cada año. En las inspecciones el Gobierno pide que la cobertura tenga la suma ajustada la fecha.
El costo de la póliza está relacionado con la suma, la vigencia (debe cubrir la demolición, excavación y construcción), cuántos metros se va a excavar y la combinación de subsuelos con edificios linderos antiguos. Por ejemplo, una póliza de un año y medio con la suma básica, parte de los 40 mil pesos, detalla Maleplate.
Opcionalmente, se puede tomar una póliza de Todo Riesgo Construcción, que cubre básicamente responsabilidad civil hacia terceros y daños a la propia obra durante la construcción (incendio y/o explosión, derrumbe, inundación, robo de bienes que van a ser incorporados a la obra, etcétera). “Dependiendo del alcance de un proyecto, se puede instrumentar una cobertura casi integral si se contrata una póliza de responsabilidad civil con todas las exigencias del GCBA, más un seguro de todo riesgo que excluya la cláusula de responsabilidad civil”, destaca el asesor.
En las coberturas, los asegurados pueden participar con una franquicia: “Es muy importante evaluar los montos deducibles porque de ello depende la asistencia del asegurador en eventuales reclamos por daños menores a dichas sumas”, aclara Botbol. Y explica que, más allá de las coberturas detalladas y sumas a indemnizar, “uno de los aspectos más importantes de este contrato es la asistencia letrada especializada en sede civil y penal, que permite contar con una contención y dirección jurídica adecuadas”.
Cobertura por mala praxis
Según Maleplate, la cobertura exigida para las obras es muy completa pero deja fuera los errores o negligencias surgidos del rol profesional del arquitecto en el proyecto y dirección de obra: “La única posibilidad es contratar una póliza por mala praxis que extiende la cobertura para después de finalizada la obra”, señala.
Esa extensión es fundamental para cubrir al profesional en el lapso posterior a la construcción, en el cual es civilmente responsable durante varios años más. Una póliza de responsabilidad profesional cubre las indemnizaciones y gastos de defensa que el arquitecto esté obligado a pagar por resultar civilmente responsable por actos culposos derivados del ejercicio de su profesión. El ámbito de la cobertura es todo el país.
La vigencia de la cobertura es anual, con un período de retroactividad inicial de dos años. A su vez, vencida una póliza y no renovada, se aplica un período extendido de denuncia por dos años.“En la medida que las pólizas se renueven en forma sistemática, todas las emitidas cubren las obras realizadas durante su vigencia”, aclara Maleplate.
La suma asegurada mínima es de 500 mil pesos (también se pueden emitir en dólares), a favor de personas físicas o jurídicas con la posibilidad de cubrir trabajos en el exterior. Para esa suma, la cobertura anual ronda los 10 mil pesos, pagaderos en doce cuotas mensuales.
Fuente: Clarín