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Antes de suscribir una póliza de vida es necesario que sepas exactamente qué tipo de seguro de vida estás buscando. ¿Necesitas un seguro que deje cubiertos a tus más allegados en caso de fallecimiento? ¿O buscas una póliza con la que ahorrar dinero de cara a tu jubilación?
Los seguros de vida son una buena forma de garantizar no solo tu futuro, sino el futuro de tus seres queridos. Al contrario de lo que pueda parecer en un principio, este tipo de seguros no solo sirve para cubrir el fallecimiento del que lo contrata, sino que también es un producto muy recomendable para ahorrar dinero.
Si quieres hacerte con una de estas pólizas, pero no sabes cuál es la más conveniente para ti, en Kelisto te explicamos las principales diferencias que existen entre los tipos de seguros de vida que puedes encontrar en el mercado. Además, en nuestro comparador de seguros de vida podrás contrastar las diferentes opciones que te ofrecen las compañías, ordenadas por precio y con las coberturas que incluye cada una. También podrás conocer los seguros de vida más baratos del mes gracias a nuestro ranking.
Los seguros de vida son una buena forma de garantizar no solo tu futuro, sino el futuro de tus seres queridos. Al contrario de lo que pueda parecer en un principio, este tipo de seguros no solo sirve para cubrir el fallecimiento del que lo contrata, sino que también es un producto muy recomendable para ahorrar dinero.
Si quieres hacerte con una de estas pólizas, pero no sabes cuál es la más conveniente para ti, en Kelisto te explicamos las principales diferencias que existen entre los tipos de seguros de vida que puedes encontrar en el mercado. Además, en nuestro comparador de seguros de vida podrás contrastar las diferentes opciones que te ofrecen las compañías, ordenadas por precio y con las coberturas que incluye cada una. También podrás conocer los seguros de vida más baratos del mes gracias a nuestro ranking.
Conceptos del seguro de vida
Antes de empezar a desgranar los tipos de seguros de vida existentes, es necesario tener claro quiénes son las personas que van a estar reflejadas en la póliza. Estos actores son cuatro: el asegurador, el tomador del seguro, el asegurado y el beneficiario.
Antes de empezar a desgranar los tipos de seguros de vida existentes, es necesario tener claro quiénes son las personas que van a estar reflejadas en la póliza. Estos actores son cuatro: el asegurador, el tomador del seguro, el asegurado y el beneficiario.
Asegurador
Es la entidad a la que se paga la prima y a la que le corresponde pagar la indemnización llegado el momento. En los casos de seguros de vida, el asegurador sería cada una de las compañías aseguradoras con las que puedes suscribir una póliza.
Es la entidad a la que se paga la prima y a la que le corresponde pagar la indemnización llegado el momento. En los casos de seguros de vida, el asegurador sería cada una de las compañías aseguradoras con las que puedes suscribir una póliza.
Tomador
Hace referencia a la persona que contrata el seguro. En la mayoría de los casos coincide con el asegurado, ya que una persona suele contratar un seguro de vida para él mismo, pero puede darse la situación en la que el asegurado sea alguien distinto. Por ejemplo, si quieres contratar un seguro de vida para un tercero, tú serás el tomador del seguro, mientras que ese tercero será el asegurado.
Hace referencia a la persona que contrata el seguro. En la mayoría de los casos coincide con el asegurado, ya que una persona suele contratar un seguro de vida para él mismo, pero puede darse la situación en la que el asegurado sea alguien distinto. Por ejemplo, si quieres contratar un seguro de vida para un tercero, tú serás el tomador del seguro, mientras que ese tercero será el asegurado.
Asegurado
Es la persona sobre la que recae el riesgo, en el caso de los seguros de vida, de fallecimiento o invalidez. El tomador del seguro puede contratar una póliza para sí mismo (por lo que también sería el asegurado) o suscribirla para asegurar la vida o bienes de una tercera persona.
Es la persona sobre la que recae el riesgo, en el caso de los seguros de vida, de fallecimiento o invalidez. El tomador del seguro puede contratar una póliza para sí mismo (por lo que también sería el asegurado) o suscribirla para asegurar la vida o bienes de una tercera persona.
Beneficiario
Es la persona que recibirá la indemnización en caso de que el asegurado sufra algún daño cubierto en la póliza. En el caso de seguros de fallecimiento el beneficiario, lógicamente, no puede coincidir con el asegurado. Sin embargo, si hablamos de seguros de invalidez o incapacidad, el asegurado y el beneficiario sí pueden ser la misma persona.
Es la persona que recibirá la indemnización en caso de que el asegurado sufra algún daño cubierto en la póliza. En el caso de seguros de fallecimiento el beneficiario, lógicamente, no puede coincidir con el asegurado. Sin embargo, si hablamos de seguros de invalidez o incapacidad, el asegurado y el beneficiario sí pueden ser la misma persona.
Tipos de seguros de vida: pólizas de vida riesgo
Dentro de los diferentes tipos de seguros de vida que puedes encontrar en el mercado, el que es más conocido es el seguro de vida riesgo. En este tipo de pólizas, se cubre el fallecimiento de la persona, aunque también existen otras modalidades en las que se puede contratar un seguro de vida riesgo con cobertura de invalidez o incapacidad. Estos últimos, son comunes entre los autónomos y trabajadores, ya que obtendrán una indemnización en caso de que no puedan desempeñar su trabajo. Los seguros de vida riesgo pueden ser:
Dentro de los diferentes tipos de seguros de vida que puedes encontrar en el mercado, el que es más conocido es el seguro de vida riesgo. En este tipo de pólizas, se cubre el fallecimiento de la persona, aunque también existen otras modalidades en las que se puede contratar un seguro de vida riesgo con cobertura de invalidez o incapacidad. Estos últimos, son comunes entre los autónomos y trabajadores, ya que obtendrán una indemnización en caso de que no puedan desempeñar su trabajo. Los seguros de vida riesgo pueden ser:
Seguros de vida entera
En este tipo de pólizas, los beneficiarios del seguro recibirán el capital asegurado en el momento en el que el asegurado fallezca, sin que el contrato del seguro tenga fecha de caducidad. Las primas pueden pagarse de dos maneras: como una prima vitalicia, es decir, con un pago periódico hasta el momento del fallecimiento, o a prima temporal, con cada de ellas abonada durante un periodo determinado (por ejemplo, entre 20 o 30 años), pero el asegurado estará cubierto hasta su muerte.
En este tipo de pólizas, los beneficiarios del seguro recibirán el capital asegurado en el momento en el que el asegurado fallezca, sin que el contrato del seguro tenga fecha de caducidad. Las primas pueden pagarse de dos maneras: como una prima vitalicia, es decir, con un pago periódico hasta el momento del fallecimiento, o a prima temporal, con cada de ellas abonada durante un periodo determinado (por ejemplo, entre 20 o 30 años), pero el asegurado estará cubierto hasta su muerte.
Seguros de vida temporal
La póliza se suscribe por un tiempo determinado. Si el asegurado no sufre ningún daño de los que estén cubiertos en el seguro durante ese tiempo, la aseguradora no tendrá que pagar la indemnización, por lo que el dinero invertido no podrá recuperarse. Aunque es un seguro barato para personas jóvenes, el precio sube considerablemente para personas mayores, ya que estos tienen más riesgo.
Por lo tanto, este seguro se contrata por días (como los seguros de vida en viajes), por unos años (por ejemplo, por 10 o 20 años desde el momento de la suscripción de la póliza) o hasta una edad determinada, como los 65 años.
La póliza se suscribe por un tiempo determinado. Si el asegurado no sufre ningún daño de los que estén cubiertos en el seguro durante ese tiempo, la aseguradora no tendrá que pagar la indemnización, por lo que el dinero invertido no podrá recuperarse. Aunque es un seguro barato para personas jóvenes, el precio sube considerablemente para personas mayores, ya que estos tienen más riesgo.
Por lo tanto, este seguro se contrata por días (como los seguros de vida en viajes), por unos años (por ejemplo, por 10 o 20 años desde el momento de la suscripción de la póliza) o hasta una edad determinada, como los 65 años.
Tipos de seguros de vida: seguros de vida ahorro
Un seguro de vida no solo puede servir para cubrir la muerte o el fallecimiento del asegurado: también puede ser una buena forma de ahorro a lo largo de su vida, con la cobertura de fallecimiento incluida. Los seguros de vida ahorro, también conocidos como seguros de supervivencia, son aquellas pólizas en las que el asegurado paga una prima y, si vive al finalizar el contrato, puede cobrar el capital.
Dentro de los seguros de vida ahorro también podemos encontrar distintos tipos:
Un seguro de vida no solo puede servir para cubrir la muerte o el fallecimiento del asegurado: también puede ser una buena forma de ahorro a lo largo de su vida, con la cobertura de fallecimiento incluida. Los seguros de vida ahorro, también conocidos como seguros de supervivencia, son aquellas pólizas en las que el asegurado paga una prima y, si vive al finalizar el contrato, puede cobrar el capital.
Dentro de los seguros de vida ahorro también podemos encontrar distintos tipos:
Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIA): los clientes ahorran una renta vitalicia que pueden retirar a partir de la edad señalada en el contrato, sin necesidad de esperar a la jubilación para hacerlo. Además, si se retiran los ahorros como renta vitalicia, estará exenta de impuestos. Eso sí, para ello hay que hacer el cobro como mínimo cinco años después del primer pago de la prima, sin que supere el límite de 8.000 euros mensuales o 240.000 euros en total.
Plan de Previsión Asegurado (PPA): es igual que un plan de pensiones, pero se contrata con la aseguradora. El interés está garantizado y tiene una duración determinada con un máximo de 10 años hasta el momento de la jubilación. Los PPAs no pueden ser objeto de embargo.
Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo (SIALP): al igual que los PIAS, estos seguros de vida ahorro también tienen exención fiscal de los rendimientos, aunque la cantidad límite para ello es de 5.000 euros anuales y el tomador, asegurado y beneficiario deben de ser la misma persona. Tienen un interés garantizado del 85% como mínimo.
Fuente: Kelisto (España)