Desde 2019, los aportes para un seguro de retiro, al igual que la cobertura de vida, se pueden deducir de la base de cálculo del impuesto.
El ahorro a largo plazo no es algo muy difundido en Argentina pero, a partir de 2019, hay una cambio impositivo que incentiva a las personas a juntar dinero para el retiro o la jubilación.
Desde este año se vuelve a permitir la deducción de las cuotas que van a un seguro de retiro de la base de cálculo del Impuesto a las Ganancias. Y también se aumentó la deducción de los seguros de vida.
Esto quiere decir que, desde 2019, quien ahorre para su jubilación en estos instrumentos podrá reducir su base imponible en $12.000 al año como máximo (para 2020, el monto sube a $18.000 y para 2021 a $24.000 y luego se irá ajustando por inflación).
El beneficio para los seguros de retiro estuvo vigente tiempo atrás pero había sido suspendido y para los seguros de vida se mantenía, pero con un tope máximo anual que no se actualizaba desde fines de los 90, de $997, señalan desde el Blog Mi Presupuesto Familiar.
Además, ahora se pueden deducir las primas del seguro de vida que iban a capitalización y, no solamente las que cubrían el riesgo de muerte, incluidos en los llamados seguros mixtos. También se pueden tomar los aportes a Fondos Comunes de Inversión (FCI) con fines de retiro, aunque todavía no hay en el mercado.
Lo interesante es que los límites de la deducción de cada tipo de cobertura se toman por separado. Es decir que cada persona puede restar de su base imponible hasta $12.000 por aportes a seguros de retiro y otros $12.000 por seguros de vida.
De esta manera, un empleado o un trabajador independiente puede ahorrar para cuando se retire y, a su vez, pagar menos de Ganancias.
¿Cuánto menos? Una persona que reste $12.000 de sus ingresos tributará hasta $4.200 menos por año en 2019 (si está alcanzada por la alícuota máxima del 35%, o menos si está en una escala más baja), hasta $6.300 en 2020; y $8.400, en 2021. Este monto se duplica si paga dos tipos de seguros, de vida y retiro.
De esa manera, se puede ahorrar $1.000 por mes en cada alternativa, con un costo mensual de sólo $650 (en 2019) en cada una, ya que el resto se resta del pago del impuesto.
Además, del beneficio en Ganancias, el fondo acumulado en un seguro de retiro genera un rendimiento, ya que las compañías de seguro invierten el dinero, y está exento del pago del Impuesto sobre los Bienes Personales.
Los seguros de retiro tienen diversas modalidades pero, básicamente funcionan de la siguiente manera: una persona va realizando aportes periódicos a un fondo y, cuando llega a la edad prevista para el retiro (60, 65 años u otra edad) deja de aportar y utiliza el dinero de tres maneras:
- Obtiene todo el capital acumulado para usarlo como desee.
- Empieza a recibir una renta que puede tener varias modalidades: ser vitalicia (hasta que la persona fallece), por un período fijo de tiempo, con la posibilidad de que siga cobrando un beneficiario.
- Combina ambas opciones.
Los aportes pueden ser fijos o variables y también se puede ingresar montos extraordinarios. Cada persona puede armar el plan que prefiera (hay mucha flexibilidad en eso). La compañía de seguro se encarga de invertir el dinero para que obtenga el mejor rendimiento posible.
Si el beneficiario fallece, el dinero acumulado pasa al beneficiario. También se puede retirar antes de tiempo, pero con un costo.
Un seguro de retiro es una buena alternativa para ahorrar a largo plazo, sobre todo para las personas que no quieren o no pueden seguir de cerca sus inversiones.
En este caso, uno puede un poco de dinero todos los meses y, al cabo de los años, tendrá un capital sin preocuparse por administrarlo.
Pero, antes de contratar un seguro de retiro, hay que considerar algunas cuestiones:
-Fijarse que la compañía de seguro sea reconocida. Una vez que se ingresa, se puede salir y cambiar de empresa, pero esto tiene un costo de retiro anticipado del dinero y, además, se pierden los beneficios por permanencia. En Argentina operan 13 en forma exclusiva para el seguro de retiro que están reguladas por la Superintendencia de Seguros de la Nación.
-Armar un plan que sea sostenible. Es importante que, al decidir el aporte mensual, este sea un monto que podamos cumplir sin problemas para poder llegar a los objetivos de ahorro y capital al jubilarnos. Si luego, nuestros ingresos mejoran, podremos incrementar ese monto; y viceversa, si tenemos problemas financieros, los podemos reducir.
-Empezar cuanto antes. Mientras más tiempo una persona ahorra, es menor el esfuerzo que tiene que hacer para tener un capital más alto. Esto es así porque el dinero se capitaliza (se suman intereses de intereses) por más tiempo . De todos modos, nunca es tarde para empezar.
-Analizar eventualidades y cambiar condiciones si es necesario. Si bien al contratar el seguro se puede elegir la modalidad de retiro, a lo largo de nuestra vida activa podemos tener cambios que nos hagan preferir otra forma de obtener el dinero. Cuando se modifica nuestra situación familiar o laboral, tenemos que revisar las condiciones de contratación.
Fuente: Iprofesional
El ahorro a largo plazo no es algo muy difundido en Argentina pero, a partir de 2019, hay una cambio impositivo que incentiva a las personas a juntar dinero para el retiro o la jubilación.
Desde este año se vuelve a permitir la deducción de las cuotas que van a un seguro de retiro de la base de cálculo del Impuesto a las Ganancias. Y también se aumentó la deducción de los seguros de vida.
Esto quiere decir que, desde 2019, quien ahorre para su jubilación en estos instrumentos podrá reducir su base imponible en $12.000 al año como máximo (para 2020, el monto sube a $18.000 y para 2021 a $24.000 y luego se irá ajustando por inflación).
El beneficio para los seguros de retiro estuvo vigente tiempo atrás pero había sido suspendido y para los seguros de vida se mantenía, pero con un tope máximo anual que no se actualizaba desde fines de los 90, de $997, señalan desde el Blog Mi Presupuesto Familiar.
Además, ahora se pueden deducir las primas del seguro de vida que iban a capitalización y, no solamente las que cubrían el riesgo de muerte, incluidos en los llamados seguros mixtos. También se pueden tomar los aportes a Fondos Comunes de Inversión (FCI) con fines de retiro, aunque todavía no hay en el mercado.
Lo interesante es que los límites de la deducción de cada tipo de cobertura se toman por separado. Es decir que cada persona puede restar de su base imponible hasta $12.000 por aportes a seguros de retiro y otros $12.000 por seguros de vida.
De esta manera, un empleado o un trabajador independiente puede ahorrar para cuando se retire y, a su vez, pagar menos de Ganancias.
¿Cuánto menos? Una persona que reste $12.000 de sus ingresos tributará hasta $4.200 menos por año en 2019 (si está alcanzada por la alícuota máxima del 35%, o menos si está en una escala más baja), hasta $6.300 en 2020; y $8.400, en 2021. Este monto se duplica si paga dos tipos de seguros, de vida y retiro.
De esa manera, se puede ahorrar $1.000 por mes en cada alternativa, con un costo mensual de sólo $650 (en 2019) en cada una, ya que el resto se resta del pago del impuesto.
Además, del beneficio en Ganancias, el fondo acumulado en un seguro de retiro genera un rendimiento, ya que las compañías de seguro invierten el dinero, y está exento del pago del Impuesto sobre los Bienes Personales.
Los seguros de retiro tienen diversas modalidades pero, básicamente funcionan de la siguiente manera: una persona va realizando aportes periódicos a un fondo y, cuando llega a la edad prevista para el retiro (60, 65 años u otra edad) deja de aportar y utiliza el dinero de tres maneras:
- Obtiene todo el capital acumulado para usarlo como desee.
- Empieza a recibir una renta que puede tener varias modalidades: ser vitalicia (hasta que la persona fallece), por un período fijo de tiempo, con la posibilidad de que siga cobrando un beneficiario.
- Combina ambas opciones.
Los aportes pueden ser fijos o variables y también se puede ingresar montos extraordinarios. Cada persona puede armar el plan que prefiera (hay mucha flexibilidad en eso). La compañía de seguro se encarga de invertir el dinero para que obtenga el mejor rendimiento posible.
Si el beneficiario fallece, el dinero acumulado pasa al beneficiario. También se puede retirar antes de tiempo, pero con un costo.
Un seguro de retiro es una buena alternativa para ahorrar a largo plazo, sobre todo para las personas que no quieren o no pueden seguir de cerca sus inversiones.
En este caso, uno puede un poco de dinero todos los meses y, al cabo de los años, tendrá un capital sin preocuparse por administrarlo.
Pero, antes de contratar un seguro de retiro, hay que considerar algunas cuestiones:
-Fijarse que la compañía de seguro sea reconocida. Una vez que se ingresa, se puede salir y cambiar de empresa, pero esto tiene un costo de retiro anticipado del dinero y, además, se pierden los beneficios por permanencia. En Argentina operan 13 en forma exclusiva para el seguro de retiro que están reguladas por la Superintendencia de Seguros de la Nación.
-Armar un plan que sea sostenible. Es importante que, al decidir el aporte mensual, este sea un monto que podamos cumplir sin problemas para poder llegar a los objetivos de ahorro y capital al jubilarnos. Si luego, nuestros ingresos mejoran, podremos incrementar ese monto; y viceversa, si tenemos problemas financieros, los podemos reducir.
-Empezar cuanto antes. Mientras más tiempo una persona ahorra, es menor el esfuerzo que tiene que hacer para tener un capital más alto. Esto es así porque el dinero se capitaliza (se suman intereses de intereses) por más tiempo . De todos modos, nunca es tarde para empezar.
-Analizar eventualidades y cambiar condiciones si es necesario. Si bien al contratar el seguro se puede elegir la modalidad de retiro, a lo largo de nuestra vida activa podemos tener cambios que nos hagan preferir otra forma de obtener el dinero. Cuando se modifica nuestra situación familiar o laboral, tenemos que revisar las condiciones de contratación.
Fuente: Iprofesional