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“En Argentina hay 26 compañías aseguradoras, se asegura el 50 por ciento de la superficie sembrada y no hay subsidios del gobierno para los seguros agrícolas. Se cubre sobre todo granizo, pero la gran limitante del sistema local es que no se cubre el riesgo de sequía o inundaciones”, con esos datos arrancó su disertación en el Congreso de Maizar Gustavo Mina, gerente de seguros agropecuarios de Sancor seguros, y afirmó que el gran objetivo de las compañías aseguradoras debe ser garantizar la inversión del productor.
Lo hizo durante un panel que buscó repasar los avances y deudas en la gestión del riesgo agropecuario, tanto desde el sector privado como desde los entes públicos.
“El productor agropecuario está constantemente generando sistemas de reducción de riesgos. Por ejemplo, en la implementación de sistemas de siembra como la siembra directa, que optimizan la gestión del agua, en la elección de híbridos y de fechas de siembra, en la lectura de pronósticos. La utilización de tecnología ha logrado subir los rendimientos mínimos aun en casos de contratiempos climáticos”, aclaró Mina. Pero luego volvió a remarcar que el nivel de adopción de seguros sigue siendo bajo, y que el costo no es elevado en comparación con las inversiones que los productores realizan para sembrar maíz. “El seguro multirriesgo en maíz cuesta entre 4 y 6 quintales, dentro de una inversión total que puede llegar a 80 quintales”, detalló, y agregó que los principales desafíos para las compañías son ampliar la superficie asegurada, incorporar nuevas herramientas tecnológicas y adaptar el costo a cada productor.
A su turno, el presidente de Matba-Rofex Andrés Ponte contó de qué manera los mercados de futuro son una herramienta de reducción del riesgo. “Entre el momento de siembra y la actualidad, el precio del maíz cayó casi un 20 por ciento. Eso es riesgo, y para tratar de evitar ese riesgo existen los mercados de futuro. Hoy hay más vocación por sacar más rindes que por conseguir mejores precios. Argentina cuenta con una amplia red de agentes que pueden ofrecer ese servicio”, remarcó.
Ponte comentó que tras la unión de Matba y Rofex, el mercado mejoró su capacidad operativa y su nivel de liquidez. El récord de maíz operado en el Matba-Rofex es de 8 millones de toneladas en un año, y según Ponte se puede aspirar a los 60 millones de toneladas. En la carrera por ampliar ese volumen, destacó que son clave las vías de acceso a la tecnología, ya que hoy están disponibles las plataformas de información para cualquiera que quiera acceder, y la formación de profesionales especializados.
El tercero en hablar fue Hugo Rossi, subsecretario de coordinación política de la secretaría de Agroindustria de la Nación, quien hizo foco en las tareas que llevan a cabo desde el Estado para colaborar con el sector privado, enumeró algunos logros y reconoció las deudas pendientes. “Hace dos años sancionamos una ley para la creación del Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo (Sinagir). En la última campaña se declararon 95 emergencias agropecuarias para diferentes regiones y actividades productivas, a partir de 8 eventos climáticos. Muchas de estas cosas no se ven. Todavía no podemos subsidiar seguros, si le estamos cobrando retenciones al sector primario. Pero sabemos que la intervención del Estado en los seguros es virtuosa.Antes necesitamos poner al día sistemas como el Sinagir y las obras de canalización”, afrimó el funcionario, y remarcó que otra política de fondo es impulsar las buenas prácticas agrícolas “para aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad del sector productivo”.
Fuente: Clarín